Tarasca

La Tarasca (del francés Tarasque, y éste del topónimo de la localidad de Tarascon, en Ariege, Francia) es una criatura mitológica cuyo origen se encuentra en una leyenda sobre Santa Marta.

Según cuenta la leyenda, esta criatura habitaba en Tarascón, Provenza, y devastaba el territorio por doquier. Se describe como una especie de dragón con seis cortas patas parecidas a las de un oso, un torso similar al de un buey con un caparazón de tortuga a su espalda y una escamosa cola que terminaba en el aguijón de un escorpión. Su cabeza era descrita como la de un león con orejas de caballo y una desagradable expresión.

El Rey de Tarascón había atacado sin éxito a La Tarasca con todas sus filas y su arsenal, pero Santa Marta encantó a la bestia con sus plegarias, y volvió a la ciudad con la bestia así domada. Los habitantes aterrorizados atacaron a la criatura al caer la noche, que murió allí mismo sin ofrecer resistencia. Entonces Santa Marta predicó un sermón a la gente y convirtió a muchos de ellos al cristianismo.

En los juegos de rol, como Dungeons&Dragons, se suele escribir su nombre con dos erres: Tarrasque. Aquí se describe como algo parecido a un gigantesco alosaurio con caparazón, de 70 pies de largo y 50 de alto pesando unas 130 toneladas. Aparece como la más poderosa de las criaturas que un Dungeon Master (DM) puede poner en el camino de sus jugadores. Según el Manual de Monstruos de la versión 3.5 de D&D solamente un Titán o un Ángel Solar es más poderoso que la Tarasca.

Una criatura similar puede verse en Starcraft. En este caso es la versión mejorada de un Ultralisco, que, una vez muerto, resucitará una y otra vez a menos que se acabe con el cerebrado que lo ha engendrado.

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