La princesa prometida

La princesa prometida es una aventura cómica, con un toque romántico de William Goldman.

El libro se llevó al cine en 1987, dirigido por Rob Reiner con guión de Goldman. La banda sonora fue compuesta por Mark Knopfler. En la película, la historia se presenta como un cuento de hadas leído por un abuelo (Peter Falk) a su nieto (Fred Savage), siguiendo el estilo narrativo del libro. Los actores principales de la película son Robin Wright y Cary Elwes. Mandy Patinkin, Wallace Shawn, Christopher Guest, Chris Sarandon y André el Gigante desempeñan papeles secundarios. Peter Falk, Billy Crystal, Carol Kane, Peter Cook, y Mel Smith hicieron colaboraciones memorables.

La película tuvo un éxito moderado: no fue un gran éxito de público, y sólo recaudó en la taquilla estadounidense el doble de los 15 millones de dólares que costó su producción. No obstante, con los años se ha convertido en una película de culto.

El papel de Fezzik, el gigante, se ofreció a Kareem Abdul-Jabbar, que rehusó hacerlo.

Argumento

La heroína de La princesa prometida es la bella Buttercup (interpretada por Robin Wright Penn en la película), se enamora de ella su mozo de caballerizas Westley (Cary Elwes). Westley se marcha a hacer fortuna, prometiendo volver, pero su barco es atacado por el temible pirata Roberts, que es famoso por no hacer prisioneros. Dando por hecha su muerte, Buttercup finalmente acepta casarse con el príncipe Humperdinck (Chris Sarandon), heredero del trono de Florin.

Buttercup es raptada por un estrafalario trío de proscritos --el diminuto genio Vizzini (Wallace Shawn), el experto espadachín español Iñigo Montoya (Mandy Patinkin), y el enorme y fuerte Fezzik (André the Giant)-- que han sido contratados por el propio príncipe para asesinarla e inculpar a Guilder de ello, lo que daría motivo a Humperdinck para comenzar una guerra. Pero un hombre enmascarado y vestido de negro los persigue por el mar hasta los Acantilados de la locura, donde se enfrenta a Iñigo Montoya en un combate de habilidad (esgrima). El hombre misterioso vence, pero deja vivo al español. Vizzini, al darse cuenta que Iñigo Montoya ha fracasado en detener al hombre de negro, deja atrás a Fezzik para matarle en un combate de fuerza. Fezzik también es derrotado pero no muerto. Por fin, el hombre enmascarado alcanza a Vizzini, que porta a Buttercup como rehén, y propone una «batalla de ingenio a muerte» que Vizzini pierde junto con su vida.

El hombre enmascarado se lleva consigo a Buttercup en su huida del príncipe Humperdinck, que persigue a los raptores de su prometida. Buttercup deduce que el hombre de negro es el temible pirata Roberts e intenta deshacerse de él empujándole desde una empinada colina. Sólo después de que ella le oiga gritar «¡Como desees!», la forma en que Westley le solía decir «Te quiero», mientras él cae, se da cuenta que se trata de su añorado amor y se lanza tras él colina abajo. Se hace evidente que el temible pirata Roberts atacó el barco en que viajaba Westley, pero hizo una excepción y le perdonó la vida. Finalmente, Roberts retirado, traspasa su nombre y su barco a Westley. Tras sobrevivir ahora ambos a los tres horrores del Pantano de fuego, son capturados por el príncipe Humperdinck y por su servidor, el amenazante conde Rugen (Christopher Guest).

Buttercup es llevada de vuelta a palacio a esperar su boda -para la que, ahora que sabe que Westley está vivo, es un destino peor que la muerte- y Westley es llevado por el conde Rugen al Foso de la desesperación para ser torturado, donde es recibido por un albino (Mel Smith). Iñigo Montoya y Fezzik se reencuentran y deciden vengar la muerte del padre de Montoya e impedir el matrimonio de Buttercup y Humperdinck. Encuentran a Westley torturado hasta la muerte por el príncipe, buscan a Milagroso Max (Billy Crystal), un mago despedido por el príncipe Humperdinck que afirma que Westley solo está «muerto en su mayoría» y lo resucita a instancias de su esposa Valerie (Carol Kane), pues Westley ha encontrado el Amor verdadero.

Westley planea asaltar el castillo, lo que realizan con éxito, y los tres acaban en su interior. Se separan, Montoya encuentra y persigue al asesino de su padre, el hombre de los seis dedos: el conde Rugen. Mientras, un obispo gangoso (Peter Cook) ha casado a Humperdinck y a Buttercup, aunque sin el consentimiento de ella, y esta se dispone a suicidarse. Es el momento crítico, pues además Montoya aparece derrotado y agonizante.

Pero en ese mismo instante llega el final feliz: Montoya se recupera y mata al conde, y Westley, que ha encontrado a tiempo el aposento de Buttercup, vence al cobarde príncipe Humperdink sin luchar, a pesar de no tener fuerzas para ponerse en pie. Al estilo de los clásicos cuentos de hadas, el grupo cabalga hacia la puesta de sol sobre caballos blancos.


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