
Son fuertes, poderosos, testarudos, y de «bruscas emociones», ya que tienen un temperamento horrible. Los primeros de ellos fueron además magníficos herreros. En la época clásica, forjaron rayos para que Zeus los usase como arma y le ayudaron en la guerra para derrocar a Crono y a los otros Titanes. Los rayos, que se convirtieron en el arma predilecta de Zeus, fueron forjados por tres cíclopes: Arges puso el brillo, Brontes el trueno, y Estéropes el relámpago.
También crearon un tridente que producía terremotos para Poseidón, el arco y las flechas de Artemisa, y el casco de invisibilidad que Hades le dio a Perseo en su búsqueda para matar a Medusa.
Sus descendientes, en cambio, se convirtieron la mayoría en una primitiva tribu de enormes monstruos. Con uno de ellos se encontró Odiseo en una remota isla.
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